Mensaje del CEO: Un Viaje Inolvidable

Estimados miembros de ALTA, colegas, autoridades, periodistas,

Después de cerca de 5 años, hoy me dirijo a ustedes con un profundo sentimiento de gratitud y emociones, pues ha llegado el momento de despedirme de mi rol como CEO de ALTA. Ha sido un inmenso privilegio servir a esta gran comunidad que, con su compromiso y visión, ha hecho posible el crecimiento sin precedentes de nuestra organización. En estos años juntos, hemos visto a ALTA expandirse un 88%, alcanzando 184 miembros que representan la fuerza y el dinamismo de la aviación en América Latina y el Caribe.

Como dijo William Arthur Ward: "La gratitud puede transformar días comunes en días de acción de gracias, convertir trabajos rutinarios en alegría y cambiar oportunidades ordinarias en bendiciones". Esta frase refleja la esencia de lo que hemos logrado juntos: una organización que no solo crece en número, sino en propósito, en impacto y en la pasión compartida por fortalecer la aviación como motor de desarrollo para nuestra región.

A lo largo de este camino, he encontrado en ustedes inspiración, aprendizaje y una invaluable red de colaboración. Su confianza ha sido el pilar de cada iniciativa, cada foro, cada esfuerzo por hacer de nuestra industria un espacio más seguro, eficiente y sostenible. Hemos enfrentado desafíos y hemos celebrado logros, siempre con la convicción de que el cielo no es el límite, sino el inicio de nuevas oportunidades.

Son muchos los logros alcanzados juntos en estos años, por ello veo que valió cada vuelo, cada distancia recorrida, cada reunión, porque esto se tradujo en el crecimiento de una industria que genera bienestar a muchísimas personas.

Esto ha sido posible porque conté con un grandioso equipo conformado actualmente por Corrieri, Jaime, Johnny, Juan, Liliam, Mercy, Mirna, Milena, Monica, Nicole, Paulo, Pablo, Santiago y Veronica. Además, el soporte de iCorporate en nuestras conferencias. ¡Gracias, equipo! También por la paciencia y comprensión de mi familia ante la ausencia: mi esposa Izabela y mis hijos Maria Giulia y Otavio Augusto.

Sé que ALTA seguirá prosperando con la misma energía y determinación que la han convertido en el referente que es hoy. Agradezco profundamente el apoyo incondicional que me han brindado y la amistad que llevaré conmigo más allá de estas líneas.

Les deseo cielos despejados y vientos favorables en el camino que viene.

Con aprecio y gratitud,

Jose Ricardo